Listaa

domingo, 23 de marzo de 2014

Página 28.

—¿El tren mientras que te veías con Edgar? — Oí algunas risas entorno mis amigas al final de la clase, las eche una mirada asesina, primero a ellas y después a Edgar, se encogió de hombros y sonrió.
—No, a él me lo encontré en el pasillo. — mentí.
—Os he visto desde la ventana juntos.
Le maldecí.
—Bueno, ¿podemos pasar? —le cortó él—Nina tiene una excusa de porque llega tarde— se acercó a él y le susurró— su tía tuvo un accidente la fue a visitar, ha pasado la noche en el hospital, pero nos gustaría que nadie se enterase de esto, entonces ella me pidió que la esperase porque se sentía sola.
Que historia se acababa de inventar, madre mía ¿Cómo podía pensar tan rápido? Yo era estar con él y ni siquiera poder hablar.
—En ese caso— empezó a decir el profesor— Está bien.
De la que me había librado no me apetecía una mierda quedarme una hora más en el instituto, me sonrió y hice algo así parecido a una sonrisa.

Intenté ir hacia mi sitio pero choque con su pecho. Respire profundamente olía a recuerdos, a ese olor que me hacía perder la cabeza, algo me atraía indudablemente a ese olor, era el mejor olor del mundo, superaba con creces el olor de cualquier perfume, era el suyo. Le olería todo el día aunque suene a que estoy loca. Ahora sí que estaba jodida, con su perfume de vuelta, ni el alcohol más puro podría hacerme olvidarme de él. 

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