—Hola—
sonrió. Le olía el aliento a tabaco de menta, seguro que de cachimba. Me
encantaba ese olor.
—¿Y Tom...?
—Le han
pasado algunas cosas…Soy Diego.
—Bueno, dame
un paquete de malboro.
Se giró lo
cogió y lo puso sobre la mesa, se me cayó todo el dinero al suelo. Ahí estaban
mis rasgos de patosa, como no, bajé al suelo a recoger las monedas y el poco
orgullo que me quedaba. Se agachó a ayudarme.
—Gracias,
suspiré y le di el dinero. — Tenía unas manos bastante grandes, seguro que tocaría el piano genial.
— ¿Cómo te
llamas? Nunca te había visto por aquí.
—Nina.
— ¿Del
instituto del centro? —
Parecía interesado cosa que no entendía.
—Sí— me
guarde el paquete de tabaco— Gracias— intenté sacar lo más parecido a una
sonrisa. Tuve que concentrarme para no caerme al salir.
Volví a la
playa y me senté, encendí el cigarro. Que chico más majo. Me dio el aire en la
cara y aspire profundo. Me desconcentré cuando sonó el móvil.
—¿Diga?
—Peque,
¿Dónde estás? — Era
Ercole.
—Aquí, al
lado.
—Ya es
tarde.
Miré la hora
las 4:30 ¿Pero cómo se me había ido el tiempo tan rápido?
—Sí, sí,
ahora voy para allá— Colgué y di una calada intensa, tiré el cigarrillo al
suelo y lo pisé. Fui a casa a paso rápido, tenía que comer y hacer algunas
cosas.
Graaacias por escribir este libro, joder, primera vez que me siento tan identificada con una historia, sigue así preciosa, eres increíble.♡
ResponderEliminarMuchas gracias Kelly, gracias a ti.
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