Listaa

martes, 25 de marzo de 2014

Página 36.

—Hola— sonrió. Le olía el aliento a tabaco de menta, seguro que de cachimba. Me encantaba ese olor.
—¿Y Tom...?
—Le han pasado algunas cosas…Soy Diego.
—Bueno, dame un paquete de malboro.
Se giró lo cogió y lo puso sobre la mesa, se me cayó todo el dinero al suelo. Ahí estaban mis rasgos de patosa, como no, bajé al suelo a recoger las monedas y el poco orgullo que me quedaba. Se agachó a ayudarme.
—Gracias, suspiré y le di el dinero. — Tenía unas manos bastante grandes, seguro que tocaría el piano genial.
— ¿Cómo te llamas? Nunca te había visto por aquí.
—Nina.
— ¿Del instituto del centro? — Parecía interesado cosa que no entendía.
—Sí— me guarde el paquete de tabaco— Gracias— intenté sacar lo más parecido a una sonrisa. Tuve que concentrarme para no caerme al salir.
Volví a la playa y me senté, encendí el cigarro. Que chico más majo. Me dio el aire en la cara y aspire profundo. Me desconcentré cuando sonó el móvil.
—¿Diga?
—Peque, ¿Dónde estás? — Era Ercole.
—Aquí, al lado.
—Ya es tarde.
Miré la hora las 4:30 ¿Pero cómo se me había ido el tiempo tan rápido?

—Sí, sí, ahora voy para allá— Colgué y di una calada intensa, tiré el cigarrillo al suelo y lo pisé. Fui a casa a paso rápido, tenía que comer y hacer algunas cosas.

2 comentarios:

  1. Graaacias por escribir este libro, joder, primera vez que me siento tan identificada con una historia, sigue así preciosa, eres increíble.♡

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