Le colgué. No le iba a dejar entrar con mis hermanas y mi
hermano a bajo y con las pintas que tengo. Ni si quiera eran las cinco y media.
Se había adelantado. Tiré el móvil a la cama y me puse lo primero que vi. No
podía estar pensándomelo. Fui al baño y me lave los dientes, me eche perfume,
intente hacer algo con mi pelo, me pinte, me puse las zapatillas y metí en el
bolso el paquete de tabaco en el que solo quedaba un cigarro, dinero y el
móvil. Cogí la chaqueta y bajé las escaleras.
—Me voy ¿Vale? —Dije mientras daba un beso en la frente a Rebecca.
Abrí la puerta y ahí estaba esperando apoyado contra el marco
de mi puerta, me asustó verle nada más salir.
Hacía mejor día de lo habitual por aquí así que él iba en
manga corta ¿Pero tanto como para llevar manga corta?
—Hola—Me dio un beso en la mejilla. Se lo devolví y cerré por
completo la puerta.
—¿ A dónde vamos?
—No sé, andamos y donde nos lleve— Era una idea casi tan
estúpida como él pero me gustaba.
—Yo quiero ir a comprar tabaco — Se sacó el paquete de su
bolsillo trasero y me ofreció uno. —No, gracias, me queda uno, de todas formas
quiero otro paquete. —
busque en mi bolso y saque el cigarro me lo encendí y empezamos a andar hacía
la tienda de Tom mientras yo de vez en cuando contestaba algún que otro
monosílabo a sus preguntas. Entre y estaba Diego. Me alegró verle.
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