—Hola—me sonrió.
—Hoy quiero Camel —le devolví la sonrisa. Se giró y me dio el
paquete.
—Pasando el viernes con el novio, ¿eh? — Me dieron ganas de arrancarle la
cabeza, que rápido había cambiado mi estado de ánimo.
—No es mi novio. —Eso era obvio.
—Oh, perdón ¿Te has enfadado? —Se estaba empezando a preocupar y mire a Edgar que se
estaba riendo.
—No. —Me
dispuse a salir de la tienda pero Diego me llamó.
—Entonces… si él no es tu novio, tú me puedes dar tu número,
¿No?
—Sí—Sacó el móvil ¿Por qué quería ahora este que le diera mi
número? Me lo pasó para que marcase. Puse mi número sin revisar.
—¿Cómo me guardo?
—Como tú quieras.
—Como tú quieras.
La inútil hubiese estado bien, no espera, la que da cincuenta
oportunidades a un tío que la hizo daño porque es imbécil estaría mejor. Tecleé
Nina por cortesía y le di el móvil.
—Gracias.
—No hay de qué. Nos vemos Diego—Puse el billete en la mesa y
cogí el paquete de tabaco, miré a Edgar.
—¿Pasa algo?
—¿Por qué le das tu número? —Estaba enfadado y sabía
perfectamente que podía pasar cuando se enfadaba.
—Me lo ha pedido…Edgar, tranquilízate ¿Vale? —Le conocía muy bien así que le senté
en el suelo— Ni si quiera es un amigo.
—Tú y yo empezamos sin ser ni si quiera amigos.
—Tú y yo ni si quiera somos amigos—le corregí. Su estado de
ánimo cambio de un momento a otro y empezó a reírse solo. Me levante del suelo
y me puse a andar sin rumbo. Se levantó y me alcanzó.
—¿Qué tú y yo ni si quiera somos amigos?
—Exacto ¿Qué somos? — Le di tiempo para que lo pensase— Nada ¿Lo ves?
—Yo no siento así Nina— Me cogió del brazo y abrió la palma
de mi mano la llevo hasta su pecho y la puso sobre su corazón. Latía, latía
rápido.
—Al final va a resultar que sí que tienes corazón…—dije en
voz baja.
Te odio por dejarme siempre con ganas de mas... Te expresas muy bien :)
ResponderEliminarJAJAJA, dentro de nada ya habrá subidas otras dos páginas, tranquila.
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