—Bueno…—empecé a contar mientras
arrancaba pedazos de hierba—Al principio me cogió, y después cogió una manta, y
estuvimos jugando a algo así como a un juego de niños, hasta llegar a la
playa que, por cierto, se tiró sobre mí y me lleno la ropa de mierda—remarqué
bien eso último—Estuvimos fumando, bebiendo café y viendo la puesta de sol.
—¿Y…?—Dijo Daira.
—Y me besó, bueno no estoy segura de
quién empezó, pero luego no podía parar—dije sonriendo mientras miraba al
suelo, levanté la mirada y vi como todas se sonrieron unas a las otras. En ese
momento Carla me quitó de sus piernas y me tiró al suelo, segundos después
tenía a todas subidas encima de mía haciéndome cosquillas.
—Parad, me vais a asfixiar —grité
riendo. Miré hacia un lado y vi a Diego volviendo a bajar solo la cuesta.
Eché a todas a un lado como pude—Ahora
vuelvo—dije sin mirar atrás. Corrí mientras llegaba hasta donde estaba Diego.
—¿A dónde vas? — dije intentado recuperar el
aliento.
—Dijiste que no era tú novio.
—No lo es. —afirmé— Bueno, ¿Y qué
importa eso?
—¿Que qué importa? Por una vez, sólo
por una vez pensé que había encontrado a alguien que me comprendía.
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