Cuando
llegamos ya estaban todas, parecía mentira siempre faltaba alguna y por esa vez
la última en llegar fui yo. Abigail estaba en la arena.
—¿No
vas?
—Sí,
acabo de llegar ahora me meto.
Vi
como Bianca salía del agua y se sentaba al lado de Diego.
—¿Qué
tal el otro día?
—Bien, bien.
—Bien, bien.
—Me
alegro. Vamos.
El
agua estaba fría, pero nada comparada con la del río. Cogí la primera ola y
llegué a donde estaba Carla.
Miro
hacia atrás—¿Quién ha venido contigo?
Me
limpié el agua de la cara—Pasé por la tienda de Tom y me dijo que si se podía
venir, es Diego.
—Ya
decía yo, Bianca ha salido a toda ostia—se sentó en la tabla mientras se reía.
En ese momento vino una ola grande y la tiró. Empecé a reírme bien alto para
que me escuchase y cogió impulso desde abajo y también me tiro.
—¿Ahora
quién se ríe de quién, eh? —Volví a
subirme y acabamos riéndonos las dos.
*
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