Cuando
llegué por sorpresa Diego ya estaba ahí.
Me
miró—Llegas pronto.
—Pensaba
que estaría sola hasta que llegaras. —me quedé parada.
—Creía
que no ibas a venir.
—No
lo pensaba hacer. Fui el otro jueves por la mañana a la tienda, pensaba
estamparte el paquete en la cara. Por desgracia no estabas. —fui más fría de lo normal.
—¿Y
si no ibas a venir, por qué lo has hecho? —cerró
los puños.
—¿Quieres
que me vuelva a ir? —le reté.
—No.
Suspiré
y apreté la mandíbula. —Fue porque
inconscientemente te echaba de menos.
—¿De
verdad?
Bajé
la mirada y asentí. Se acercó un poco a mí.
—Estar
aquí es genial.
Cambié
mi postura y volví a la de fría—No te enrolles, ¿Por qué querías que viniese?
—Pensaba
contarte algo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario