—¿Qué
hacéis aquí?
—Esperar
a que empiece la siguiente clase.
—¿Por
qué no viniste ayer?
—Nos
encontrábamos mal.
—¿Sí?
Pues llamaron a tú hermana.
—Hijo
de puta—espetó Edgar, me quedé mirándole algo desconcertada.
—¿Perdona?
Vamos a tener una larga charla con el directo tú y yo— vi como se lo llevaban
escaleras abajo mientras sonaba el timbre.
—Me
cago en la puta—entré hablando sola en clase.
Carla
me miró—¿Por qué no viniste? ¿Dónde has estado? ¿Con quién? ¿Qué te pasa?
—No
vine porque estaba con Edgar, ni si quiera sé bien dónde. Se le han llevado a
jefatura.
—¿Y
qué pasó? ¿Habéis dormido juntos?
—No
ha pasado nada, y sí.
—¿Seguro?
—Bueno,
hablamos sobre todo ese tema pero no lo pude hacer.
—¿Por
qué?
—No
lo sé.
—Ya
hablaremos de eso. Ayer no viniste a entrenar.
—Se
me pasó.
—¿Hoy
vienes con nosotras? Martes voleibol.
—Sí.
—¿Por
qué viniste a última?
—Y
yo qué coño sé. Han llamado a mi hermana no sé ni para que me molesto en venir,
ni siquiera tengo libros, ni cuadernos, ni nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario