Listaa

jueves, 10 de julio de 2014

Página 141.

—Pues entonces claro que volveremos, las veces que quieras, es más firmaré un contrato en el que ponga que todos los días te estaré esperando en la salida para traerte aquí después de clase
Reí, pero esta vez era una risa sincera. Le quería, le quería más que a nada en el mundo, me encontraba bien, sí, a pesar del maldito café.
                                                           *
Cuando llegamos al centro de Venecia, faltaba al menos 20 minutos para que el autobús lo hiciese. Nos pusimos a bailar y a gritar como descosidos en medio de la calle cuando puse la canción “A sky full of stars” de coldplay.
Al reunirnos todas intentamos bajar el precio estimado de lo que pedían por llevarnos hacía la isla en barca. El conductor se negó rotundamente al saber a dónde queríamos ir, las cosas se solucionaron cuando Calpurnia le puso ojitos.
Y allí estaba, es una barca, con unas 14 chicas a las que a todas las debía la vida y con el mejor chico del mundo sosteniéndome la mano yendo hacia donde nadie se había atrevido a ir por una estúpida apuesta de hace unas semanas.

A Daira se la veía ilusionada. Mi bienestar acabó cuando vi la cara de Carla, estaba pálida. Abandoné mi sitio al lado de Edgar y me acerqué a ella. 

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