—Tengo una emergencia.
—Nina, ¿qué
pasa? ¿estás bien?
—Necesito
que me maquilles— me reí.
—Te odio, me
habías preocupado. ¿Esa es tu emergencia? ¿Qué te maquille?
—Sí. —volví a reír.
—Sabes que a
aparte de ser lesbiana, estas cosas…de pinturas y vestir y eso nunca se me han
dado bien.
—Por favor.
—Rogué. Muy atípico en mí.
—Aunque mi
novia de estas tonterías sí que sabe mucho
—Tráetela.
Te espero en mi casa.
—En las que
me metes…
—Sabes que
eres mi lesbiana preferida— la hice la pelota.
—¿Qué pasa
Nina? ¿Te gusto?
—No, sólo me
pones—Reí.
—Anda adiós
idiota ahora nos vemos
—Abigail.
—¿Qué?
Pesada.
—Te quiero.
—Y yo.
—Colgó. Fui abajo y allí estaba
Agata.
—¿Se puede
saber qué coño le ha pasado al salón?
—Pregúntaselo
a Cleo y Rebecca, están en su habitación. Lo he intentado arreglar un poco pero
se ve que lo de la pared es siniestro total.
—¿Pero las
has castigado?
—No, pero
creo que ya saben que lo han hecho mal.
—Pues no
Nina, tendrías que haberlas castigado.
—Claro la
única que hace aquí mal las cosas soy yo, ¿no? —Me fui del salón
y me dirigí a la cocina a coger comida, entré en el cuarto de Cleo y
Rebecca y cerré de un portazo para que se notase que estaba enfadada.
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