Listaa

jueves, 1 de enero de 2015

Página 170.

Colgué. No sé si me siento mejor o peor. Volvió a llamar. Se lo cogí por pura rabia.
¡Déjame ya joder! — chillé
Me vas a dejar sordo.
¿Así? Pues ojalá también te mueras. —Fui cruel. —Mira Edgar, tú diste el paso, y ahora doy yo el salto entero. No vamos a estar bien, se acabó. 
Ahora sí que no pensaba cogérselo más, guarde mi móvil, eché la vista en frente y fui hacia la playa. Hacía muchísimo aire y me pelo iba de un lado a otro. Me senté en una serie de piedras que comunicaban con el mar. Saqué cuaderno y papel que había guardado anteriormente en mi bolso y me puse a garabatear y a escribir mientras me fumaba un cigarrillo. 
Miré hacía mi alrededor y vi a otra chica que imitaba mi proceso sólo que ella tenía un carboncillo entre los dedos y las manos manchadas de un negro oscuro. Tenía el pelo largo y castaño y unas manos grandes y definidas. No le di mucha importancia y seguí a lo mío. Termine el cigarrillo y lo apagué en uno de los charcos que había dejado la marea en las rocas. Me levanté y me estiré, en ese momento el papel que tenía la chica salió volando hacía mi dirección, fui tras él y lo cogí antes de que cayese en el agua. Miré el dibujo. Dios. Era bueno, muy bueno, la profundidad que le daba, las sombras, el realismo, había plasmado el mar en el dibujo. Se acercó.


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