—Estúpida que eres. —Me susurré a mí misma.
—Me temo que vamos a estar juntos toda la noche—Sonrió— ¿Os
gustan las historias? —Asentí.
— ¿Queréis saber qué paso aquí?
— ¿Por qué no? —Me recosté sobre Cristina.
—Mi madre me mata—Me dijo
—¿Por qué no la dices que estás en mi casa?
—Sí, bueno la enviaré un mensaje, cuando tenga cobertura la
llegará.
—Hay una torre allí—señaló—donde se pilla cobertura.
—Acompáñame—la seguí.
—No me fiaría mucho de la madera—advertí—si quieres cógeme a
mí que tú eres más alta y lo envío —No llega señal— dije ya subida en sus
hombros— Muévete un poco más— Por fin, un raya. Tardó en enviarse pero se
envió. Me bajo cuidado.
—Tengo miedo. —me confesó.
—Esto es muy raro. Debemos volver antes de que el tío este
venga buscarnos, no me fio de él.
—Como para fiarse, ¿le has visto?
Nos dirigimos al lugar de antes.
—Lo habéis conseguido? —Asentimos—¿No habréis puesto que os quiero violar o algo
así? —Se rio. Negamos
ambas. —¿Os gusta esto?
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