Listaa

sábado, 17 de enero de 2015

Página 197.

Nos pusimos en pie, dejando el tema de los espíritus, que reconozco me había impresionado un poco
—¿Sabe usted señorita que en el año 1875 murieron 22 personas aquí y todavía no se sabe la causa de su muerte? —miró hacia atrás ya que las dos le estábamos siguiendo.
—¿Qué insinúa? —le dije de forma áspera.
—No sé señorita, coja respeto a este boque.
Me callé durante todo el viaje. Cristina estaba, pero era como si no existiera, me iba a odiar para siempre, en el lio que la había metido.
Tras 15 minutos de caminata vi el lugar más hermoso que había visto jamás, había una gran cascada, y nosotros estábamos sobre ella, miré a la laguna de abajo.
—¿Es profunda? —dije tirando una piedra.
—Me temo que sí.

Divisé como caía. Las vistas eran espectaculares, el bosque entero, a mis pies, los animales, incluso el fuerte ruido que hacía el agua de la cascada al llegar abajo, me enamoré del lugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario