Listaa

domingo, 1 de febrero de 2015

Página 213.

—¿Y bien—dije pegando un trago de nestea de la pajita. Edgar me miró, distante, frío. Me cogió de la mano —Nina…—la solté y me miró.
—Lo que más me jode es que me mientas—dije de forma seria— ¿Cuándo vas a admitir que sí que te la tiraste? Una noche me follo a Nina y a la siguiente a otra, di que sí, dime, ¿Estaba más abierta que yo o cómo? —Calló y miró hacia otro lado—¿No me vas a contestar? —insistí. Esperé unos segundos y siguió sin decir nada, cogí el abrigo que tenía en el respaldo de la silla y me dispuse a irme. Me cogió del brazo y de un tirón me solté.

—Déjame joder— se adelantó a mí y apoyó su frente en mi frente. Suspiré, puso sus manos en mi cuello suavemente. Notaba como la gente nos estaba mirando —¿Puedes dejarme por favor? — dije susurrando. La respuesta fue algo diferente a lo que me esperaba. Me besó, al principio me resistí pero luego le seguí, me besó como me gustaba, al principio suave y lento y luego aumentando la velocidad. Me cogió y enganché mis piernas en su cadera, se sentó en la silla sin parar de besarme, mientras que yo le correspondía. Sinceramente, perdí la noción del tiempo. Me rendí. —Te quiero—susurré de nuevo y le volví a besar, metí mis manos debajo su camiseta y le toqué el abdomen, tenía las manos frías.

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