Listaa

domingo, 1 de febrero de 2015

Página 214.

—Joder—se puso tenso. Rio cerca de mi sonrisa y volvió a besarme.
—Perdón—seguí moviendo las manos por dentro de su camiseta en busca de calor.
—Lo que más frío está es el anillo—sonreí y sentí algo nuevo en su pezón, metal, miré por debajo de su camiseta.
—¿Y esto? — Me refería al piercing.
—¿Te gusta? —Asentí. —Es que cuando no me hablas ni me haces caso me aburro mucho.
—¿Y te haces piercings? —asintió y me reí.
Le conté lo mal que lo había pasado, hablamos de lo que  hizo en la fiesta y no me sentí nada bien, pero él dijo que estaba muy mona cuando me ponía celosa y se me pasó. Hablé de Taylor, que había estado durmiendo con él y que era el mejor regalo del mundo, me escuchó pacientemente.
Salimos y dimos una vuelta por ahí—¿Qué tal las notas? —dijo ya sentado al lado de una fuente en el parque.

     Me encogí de hombros—Ni si quiera he ido a por ellas—me reí.
—Eso ya es de muy malotas.
—Me lo dice el Santo, ¿no? —me cogió y me tiró sobre él, quedé encima suya.
—Tenía pensando que…tal vez te gustaría venir algunos días a mi pueblo, con mi familia y eso.
—Qué vergüenza —me reí—Pero sí… me vendría bien un cambio de aires. —Jugué a quitarme el anillo y a ponérmelo mientras que hablaba—¿Para cuándo sería?
—Nos iríamos mañana en autobús, porque la moto está allí. Además así podemos hablar en el camino.
—Sí—suspiré y me froté las rodillas. —Estaría bien.
                                    *

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