Listaa

domingo, 1 de febrero de 2015

Página 216.

—Hombre hola. La famosa Nina—me puse roja y sonreí. Cristina me cogió del brazo para ir a su habitación. La habitación era más más grande que la mía, estaba llena de discos y de dibujos colgados, tenía una cama grande y no mucha iluminación. 
—Deja de mirar todo—me dio un codazo. Fue a buscar algo al cajón y me lanzó algo. Lo miré.
¿Tinte? ¿Era tinte? —¿Rubia? 
—Me gusta el color. —comentó.
—Por lo menos va a juego con tu retraso—me reí. —¿Y te fías de que te haga yo esto? 
—Sí bueno.
—No lo he hecho en la vida. —admití.
—Yo te indico. —Sacó toallas.
Al cabo de un rato no era muy difícil dado que ella me iba diciendo que debía hacer. La miré al espejo para ver cómo estaba quedando y cogí papel de plata. Esta mujer sí que tenía paciencia conmigo.
—¿Y bien? ¿Noticias? —la miré a los ojos que se reflejaban en el espejo.
—Bueno pues…—comencé a hablar mientras hacía mi trabajo —He hablado con las chicas, dicen que me echan de menos, y con mi hermana, la he explicado todo, y hoy quedé para comer con Edgar y lo hemos arreglado, ahora nos iremos unos días con su familia.
—Dios, han mejorado mucho las cosas de un día para otro.
—¿verdad?
—Te tengo que ver más a menudo. —rio.

Cuando terminé de aclararla y secarla el pelo y todo ella se sentó como un indio en la cama y se cogió de los pies—Quítate los zapatos. —La hice caso y me senté en frente suya.

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