—Te ha quedado bastante bien—me crucé de piernas también.
Empezó a hacerse una coleta—No me gustan mis orejas, no las mires. —Reí.
—Pero si están bien, estúpida. —Tenía bastantes pendientes seguidos en ella y me
atreví a manosearlos. Me sonrió fue a por música y me dio a elegir. Dude un
poco porque bastantes me gustaban pero me quedé con uno que sabía que nos
gustaba a ambas, coldplay.
Me levanté y miré con más detenimiento cada dibujo, todo lo
que viniese de ella, para ser sincera, me gustaba. —Por cierto—interrumpió mis
pensamientos. Fue hacia su carpeta y me la entregó —Ábrela—Hice lo que me dijo
y me vi a mí calcada sobre el papel, con un vestido, tumbada en la piedra, con
todos y cada uno de los detalles, las heridas, la corona, las pestañas,
absolutamente todo.
—Vaya…—fue lo único que pude decir, segundos después estaba
abrazándola sin dejarla respirar.
Se apartó. —Me gustan tus pestañas, son muy largas—sonreí—Bueno, ¿Recuerdas que dije
que faltaba algunos detalles? Eran las margaritas y eso. — Sonrió.
—No sé ni cómo agradecértelo—fui sincera.
—Con que te lo quedes me vale.
Lo tomé con aprecio, era un detalle genial, me encantaba, lo
pondría en mi habitación, pintaba tan bien.
Me estuvo contando lo que hizo al llegar del bosque, ambas
dormimos bastante.
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