Listaa

domingo, 1 de febrero de 2015

Página 218.

—Creo que es hora de irme.
Me puso morritos. —Está bien, pero quiero hablar contigo más.
—Claro que sí inútil—me escondí en su clavícula, el pelo le olía muy bien y la rodeé con ambos brazos. Bajé las escaleras poco a poco con cuidado de no carme.
Apareció la madre de Cristina con un paño—¿No te quedas Nina? Había hecho comida de más
—Mmmm—dudé y miré a Cristina—Tendría que hablar con mi hermana.
—Venga, quédate. —suplicó.
Llamé a Agata que lo cogió después de dos pitidos —Oye, me quedaré a cenar a casa de una amiga.
—Por lo menos has llamado esta vez.
Sonreí—Te quiero—colgué y volví al salón. —Vale, está bien—Cristina sonrió.
Me senté en la mesa e intenté sacar todos mis pocos modales a la luz. Me mantuve callada al lado de Cristina hasta que su madre puso la cena en frente de mí. Había demasiada comida. Cogí los cubiertos con cuidado.
—Coge lo que quieras, estás es tu casa—dijo con una sonrisa la madre de Cristina—Me dispuse a coger la botella de Nestea  y me eché con cuidado. —¿Te gusta?
—Sí, gracias señora.

—Es lo único que bebe mi hija—me giré hacía Cristina y la miré, tenía la capa superior de los labios manchada de Nestea y sonreí para mis adentros. —Ah, y no me llames señora no soy tan vieja—reclamó.

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