El hizo la cama mientras yo me duchaba, estaba sudada y
necesitaba relajarme un poco con todo lo que había pasado, el terminó antes que
yo y se enroscó una toalla en la cadera.
—¿De verdad necesitas todo esto para salir? —Saqué la cabeza por la mampara de la
ducha y vi que señalaba a mi plancha del pelo, mi maquillaje, mis perfumes, en
fin mis cosas.
Salí de la ducha y me hice un nudo a la toalla por debajo de
mis hombros. Le quité un pintalabios que tenía en la mano —Nuestra relación
llega gasta que tocas mi maquillaje—me miró raro.
Me eché crema por la clavícula y las piernas. —¿Y estas
heridas? —Me tocó las
piernas mientras se ponía la camiseta.
—Solo me arañé.
—¿El gato?
—Sí—le mentí. Taylor solía estar quieto mirando todo lo que
estaba a su alrededor. —He pensado en hacerme una dilatación —opté por cambiar
de tema.
—¿De cuánto?
—Sabes que me gustan grandes —dejé caer la tolla y me puse la
ropa interior. —Aunque no mucho…unos 6-8 cm. —Me enseñó las suyas. —Sabes que me encantan tus
dilataciones—le di un beso en la mejilla—¿A qué hora sale el bus?
—Siete y cuarto.
—¿Qué hora es?
—Las cinco pasadas.
—Veremos si me da tiempo a arreglarme.
—¿Tanto tiempo para arreglarte?
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