Listaa

domingo, 15 de febrero de 2015

Página 248.

—Es mejor no avisar— me aseguró el médico. Estaba por llorar del dolor. Me echó un spray —Esto puede que te deje cardenales. —me pasó un goma que iba desde mi cuello a mi hombro. Ya no me dolía tanto, pero aun así lo seguía haciendo. El médico se alejó de mí y fue a hablar con Edgar, cerré los ojos y esperé a que pasase todo esto. Noté algo de calor al lado mío y me acerqué a él, abrí los ojos, me pesaban bastante
—El médico ha dicho que reposes, y que si te duele bastante te dé un calmante — asentí y me intenté apoyar en él. Se quitó y se desplazó de mi lado.
—Te has ido— le miré con cara de tonta.
—No te hago bien Nina.
—Vamos Edgar, no has tenido la culpa de esto, es solo un hombro.
—Tú no lo entiendes, es como si te hubiese puesto una pistola en la mano sabiendo que tú eres todas y cada una de las balas del mundo—salió de la habitación. Me levanté de la cama, me encontraba cansada y el suelo estaba frio.
Abrí la puerta con mi otro brazo y le hablé cuando se disponía a bajar las escaleras —Pues explícamelo— se quedó parado.
Se giró y sin mirarme soltó —Mañana te llevaremos a tu casa, no puedes quedarte más tiempo aquí.

—Quiero estar aquí—aseguré y bajé un escalón—Contigo. — Susurré y me acerqué a él, le abracé con mi único brazo—Sabes que soy una patosa— sonreí.

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