Listaa

lunes, 22 de junio de 2015

Página 279.

—Pero…¿Esto no tiene una rueda de repuesto…?
Me miró— Por una vez dices algo inteligente en tu vida—me dio un beso en la frente.
Abrió la puerta trasera y levantó el suelo. Ahí estaba, una rueda. Sacó primero la caja llena de herramientas.
—Quítate la camiseta—susurré—te vas a manchar.
Asintió. Se le notaban las venas en los brazos y eso me encantaba. Las comisuras de su cuerpo se marcaron aún más y me quedé babeando.
—No me mires— se dio cuenta y bajó la rueda. Se agachó a altura de la rueda pinchada y me apoyé en el coche a su lado. Le miré arreglar el estropicio que yo había hecho. Se le veían los boxers más de lo normal al agacharse y me reí. — ¿De qué te ríes? —alzó la vista y ejerció presión sobre el gato.
—De nada—seguí sonriendo y saqué un cigarrillo. Toqué su espalda con la yemas de mis manos…se le marcaba tanto, estaba tan tonificada, tuvo un escalofrió y el bello de la espalda se le puso de punta y quité la mano, sí la tenía bastante fría, me avergoncé e intenté buscar salidas—Pronto tendrás que decidir en qué quieres trabajar… ¿Y bien?
—¿Te refieres a qué quiero ser dentro de unos años? —siguió a lo suyo.
—Supongo que sí—me encogí de hombros y me dolió. Escuché como quitaba unas tuercas bastante grandes.
Se puso en pie y pisó con el pie el metal—Es que está muy fuerte—me aclaró. Después volvió a bajar y escuché un pequeño sonido que indicaba que se estaba quitando.

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