Listaa

martes, 22 de septiembre de 2015

Página 363.

Hoy y desde hace muchos meses es la primera vez que he vuelto a tener la pesadilla. Siguió con su tradición de horarios, con la misma fuerza que había venido por primera vez. Tenía varias preguntas rondando por mi cabeza y la primera era un ¿Por qué?, ¿Debía ser por alejarme de Edgar?, ¿Eso cambiaría mi estado de ánimo y de ahí mis sueños?, ¿Le quería tanto como para influenciarme de una forma tan devastadora?, ¿Mi cabeza había construido un mecanismo de huida con su presencia, y cuando me faltaba de su cercanía me derrumbaba hasta en los sueños?, ¿Qué me quería decir?, ¿Qué significaba?, ¿Abuelo, eres tú?, ¿Qué quieres?, ¿Qué debo sacar de esto?.
Todas y cada una de ellas sin respuesta. Sin una mínima pista. Si al menos tuviese un pisada que seguir, algo por dónde empezar, una señal, un detalle, por más diminuto que fuese. Algo. Giré con mi colcha intentando volver a dormir. De vuelta a la pesadilla.
Lo peor era que aun estando despierta sigo atrapada en ella.
Porque hay dos clases de pesadillas, las que te asustan al dormir y las que te asustan con los ojos abiertos.
En mi caso, gozaba de su poca agradable compañía en los dos formatos posibles.

**

No hay comentarios:

Publicar un comentario