—
Calla — dijo en un tono bajo.
Entré en un estado de relajación completa cuando
prosiguió. Me iba contando cosas que le gustaban o no, de cómo no estaba a
gusto en su cara y que pronto se iría lejos a viajar, compartió conmigo su idea
de irme a ver al nuevo trabajo que había cogido todos los días y sonreí
levemente ante esta información. Terminó pero yo me negué a levantarme de la
cama, estaba muy a gusto tal que así.
—
Mañana empiezo—
suspiré
—
No te quejes, al
menos no madrugas.
—
Eso sí —admití.
—
¿Cuánto cobras?
—
Lo suficiente
como para poder pagar los regalos de Rebecca y Cleo para esta navidad — dije
haciendo una mueca.
Se quedó callada mirándome y yo cerré los ojos. Estaba
muy relajada — Entonces , ¿dormirás aquí? — rompió el silencio y asentí
brevemente —Explícame bien lo de Diego — pidió insistente.
Abrí los ojos tirando toda mi calma por la borda para
luego rodarlos. —¿Qué te cuento? Ya te he dicho todo Cris.
—Pues vuelve a empezar — suspiré
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