— ¿Le
conoces? — me decidí a hablar.
— ¿A
quién?— se giró.
—Ya sabes,
el jefe — soltó una carcajada.
—Se llama
Jesús — me informó —Y llevamos juntos tres meses —añadió y casi se me cae la
mandíbula al suelo.
—Juraría
que no era gay — me atreví a decir tímidamente rascándome el brazo con
nerviosismo.
—No lo es —
sonrió — Sólo le gusto yo. Ve unas tetas y pierde la cabeza completamente —
dijo en tono melancólico negando con la cabeza — Yo soy Vinny — recordó que no
había mencionado su nombre guiñándome un ojo.
—Nina —
contesté sin darle importancia.
—Ya lo
sabía — sonrió —Trabajarás ahí — señaló con el dedo hacia una barra con varias
luces que alumbraban y dejaban ver el color del líquido que permanecía a cada
botella, había varios taburetes situados en frente de ella. Era de madera,
madera oscura.
Me enseñó
el sitio con bastante rapidez y me dirigí hacia dónde me habían asignado.
Revisé donde se encontraban los vasos, el huelo, el fregadero y variantes. Abrí
la caja donde se guardaba el dinero por primera vez, hacía un ruido leve pero
sonoro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario