— Oh sí claro, es la gran ventaja de la vida — dije con voz de idiota.
— Está bien gruñona — refunfuñó poniéndose en pie — Chicas — gritó y todas pararon de jugar — Tenemos una emergencia — se acercaron una a una haciendo un gran corro delante de ella y después sentándose en el suelo para mirarla — Quita — me empujó del banquillo y yo caí al suelo junto las demás, apartó el banco de madera y miró la pizarra blanca en la que estaban escritas las jugadas que debíamos realizar — Bueno, no es importante — empezó a borrarla encogiéndose de hombros.
— Más vale que no te pille el entrenador haciendo eso — le advertí y ella hizo un movimiento con la mano refiriéndose a que la dejase en paz mientras cogía un rotulador.
— Estamos aquí reunidas — empezó a hacer de cura mientras las demás reían y ella escribía un título "LOS SUEGROS DE NINA" lo repasó y se giró de nuevo mientras todas me miraban— Necesitamos ideas — señaló a Geral para que diese la primera.
— Podría decir que la ha entrado una enfermedad terminal extrema proveniente de los mosquitos del amazonas y que tiene que mantenerse en cuarentena — Geral y Carla chocaron.
— Buena esa— dijo apuntándola en la pizarra.
— ¿Me estáis vacilando? — pregunté en voz alta.
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