Listaa

martes, 20 de octubre de 2015

Página 507.

Parecía que había matado a alguien, bien se sabe que cuando te sale sangre y te echan agua parece que tienes el doble cayendo.
Si un tiburón andaba por la zona ya estaba bien informado de que alguien estaba sangrando por aquí.
Tiburones, venid. Rocas, rompedme. Corales, rajadme. Yo ya no estoy viva de todas formas.
Creo que fue ahí cuando me caí cayendo a un agujero en el agua y mi pie se quedó atrancado entre dos rocas.
O me quedaba allí toda la vida, o tiraba y me desgarraba la piel.
Gemí al intentar moverlo, apuesto mi casa a que me había torcido el tobillo -Sé una leona- dije en voz baja cerrando los ojos e intentando calmarme. Cogí mi muslo derecho con las dos manos y tiré de él mientras me mordía el hombro para no llorar, ni si quiera gritar. -Mierda- dije derrotada sin aún salir por completo de ahí. Me tiré al agua para abrir los ojos y ver el estado de mi pie. No se veía la gran cosa. Sólo una mancha de sangre y ligeramente una extremidad.
Suspiré coloqué mi brazo sobre mis dientes y pegué el tirón de mi vida. El pie salió. De lo que no estoy segura es de que saliese con todos sus huesos. Dejé mi brazo mordido a un lado y sollocé un poco, para sentarme en la piedra cortante y levantar mi pierna temblando.
Ya no eran heridas superficiales. Parte de mi piel estaba abierta, separada completamente, creo que fue más al verlo que empecé a marearme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario