Listaa

martes, 20 de octubre de 2015

Página 512.

Creo que no me di cuenta de la gravedad de la situación. Porque si me había costado entrar, imagínate salir, porque si en la ida mi cuerpo había sufrido tantos desperfectos, aún quedaba la vuelta.
Así que abracé más mis piernas y miré al cielo nublado cubierto de algunas gaviotas sin rumbo alguno dando vueltas.
Dirigí mi vista a la orilla... realmente estaba bastante lejos.
Así que la vida me había puesto una meta y la había alcanzado.
Así que el amor me había puesto la zancadilla, y sí, había caído y había sangrado, pero ahora estaba casi levantada.
Sí, sí y sí.

La gente suele decir que hay personas de las que no debes aprender absolutamente nada, no estoy de acuerdo, de las personas que hacen cosas malas debes aprender sus errores. Como por ejemplo de mí la gente podría aprender a, no enamorarse, no andurrear perdida por ahí en un acantilado, no tomar decisiones precipitadas de las que luego una se arrepiente, no arremeter contra las personas que te quieren y te cuidan, ni de lejos meterte en el mar con bandera roja y en dirección a una pared de piedra, no elegir el camino que te haga daño y elegir uno medianamente bueno, o que al menos, no te deje tirada, en medio de la nada, sin nadie que sepa tu paradero, y en el sitio donde nadie pensaría que estaría alguien en el mundo. 

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