Porque hay
cosas que se imponen. Como la lluvia, el oleaje, el primer amor, o una primera
pelea. Y un día el que te impones eres tú...pero para llegar a imponerte,
lloras, berreas, babeas te caes, sufres, y haces sufrir.
Creo en el
amor a primera vista ciegamente, porque lo he sentido en mis propias carnes. Y
creo en el amor silencioso con toda mi alma, porque lo he vivido en mis propias
carnes.
Un día,
simplemente, adoras tanto la presencia de alguien que ni si quiera sabe que tú
estás ahí. Y tú le miras, y él ni si quiera sabe tu nombre, y tú sabes las
zonas que frecuenta al salir a la calle, cómo mueve su pie izquierdo cuando
está nervioso, como toca la vena de su cuello y se mide las pulsaciones cuando
mira el móvil y ve algo preocupante. Tú
sabes su nombre, sus apellidos, los apellidos que tendrán vuestros hijos, el
color de su pelo, de sus ojos al sol, de su figura al caminar. Por saber, sabes
hasta dónde vive, la ventana a la que da su habitación y a la hora que se
cambia por las noches.
Hay formas
de acosar hermosas, un amor secreto, un noviazgo inventando en tu cabeza... y
hay formas de acosar horribles, pegar a una chica porque no sea cómo los demás,
insultarla porque le guste leer en vez de pasar horas muertas con redes
sociales, reírte de ella por su color de piel, forma de cara, peso, o
personalidad.
Para mí el
acoso no entra en lo referido al amor. Porque sería lo mismo decir que yo acosé
a mi pareja. Con mis besos, mis llamadas, mis mensajes y mis palabras. Aunque él
quisiera.
Y si el
amor es para fuertes, el acoso es para reyes, y si el acoso es para reyes, el
bullying es para dioses.
Y así se
imponen las cosas, las reglas, los grupos sociales, las amistades... y el amor.
Sobretodo el amor.
Me gustaría
decir que Abigail puede coger de la mano a una chica y besarse en la playa sin
que nadie les mire raro, me gustaría decir que el capitán del equipo de fútbol
abraza en público al capitán del equipo de matemáticas avanzadas aun que se conozcan
de toda la vida, me gustaría decir que Carla salió con Ulisse de buenas a
primeras sin importar lo que dijese la gente, me gustaría decir que Edgar no me
pidió que no contase a nadie que nos veíamos en los baños . Pero no es así.
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