Listaa

martes, 20 de octubre de 2015

Página 518.

Porque eso era lo que tenía miedo.
Cuando toqué arena cerré los ojos profundamente y me dejé caer dando mil gracias por no sentir que en cada paso me quedaba sin un poquito más de piel. Repté con mis brazos hasta llegar a mi bolso, saqué el móvil empapada y con frío para llamar a Carla, ella me entendería, sí.
-¿Carla?- pregunté abatida.
-Sí, dime- contestó rápido.
-Carla lo hice, yo lo hice...- dejé mi cabeza caer sobre la arena sin energía para moverme ni un milímetro más.
Se cayó el móvil al suelo y ni si quiera moví el brazo para llevarlo a mi oído.
-¿Qué hiciste?- preguntó preocupada y me quedé callada notándo como la arena se metía por mi nariz- ¿Nina?
-Yo sólo lo conseguí, le tengo, le tengo- reí pesadamente llenando la pantalla de arena y mi boca a su vez.
-¿Qué has hecho?, ¿Nina? , ¿Dónde estás?, ¿No me hagas buscar la localización de tú teléfono?
Reí bajito muy cansada como para contestar y cerré los ojos para entregarme al juego del sueño .
Cerrar los ojos no significa que te puedas evadir de toda clase de amenaza que te rodea, pero sí poder bajar las alarmas y no preocuparte por unos minutos.
Pero...¿Y cuando los problemas te persiguen hasta en sueños qué haces?, ¿No dormir?, ¿No despertar?, ¿Rendirte?, ¿Matarte o matarle?
Creo que me subconsciente voló.

Porque vi a Edgar arrastrándome de nuevo al agua de los pies y dejándome a su merced. Para que me ahogase, y me dejase por fin, muerta con la palabra total y su significado por completo, pero... Estúpido Edgar, ¿por qué te tomas las molestias de arrastrarme hasta el agua, si con un sólo beso tuyo de vuelta yo ya estaría muerta?

No hay comentarios:

Publicar un comentario