-Estoy de buena moral hoy Abi- me encogí de
hombros y pasé un brazo por su cintura- Ni si quiera la verás, estará plantas
abajo.
-Ya sabes que no me gusta volver a ver a mis
compañeras de fluidos - rodé los ojos al escuchar cómo decía que se llamaban.
-No bajes mis ánimos Abi- sonrió después y me
la dejó pasar- Creo que nos están esperando unos cuantos inversionistas a los
que tenemos que hacer que acepten nuestras cláusulas aunque estén totalmente en
su contra, ¿verdad?
-Perderán millones y nosotras nos aprovecharemos
de ellos - rio y sonreí - Ya sabes lo que tienes que hacer - comentó cerrando
la puerta de mi oficina. Abi y yo nos miramos, nos quitamos los tres primeros
botones de nuestra camisa, abrochamos nuestro sujetador push-up nos colocamos
bien nuestros atributos, cada una con un sujetador de lencería negro, y otro
rojo, y le dejamos una buena vista de la que los japoneses no se podrían
despegar en toda la reunión y harían lo que nosotras quisiéramos.
Cuando nos dimos el visto bueno nos dirigimos
al pasillo y nos encontramos a una larga fila de mujeres dispuestas a ser
nuestras secretarias Abigail las miró sonriente como si él fuese el león y
ellas las gacelas y se acercó a una para tocarle el culo y subir su falda por encima
de sus rodillas - Señorita, una de las normas para ser secretaria es llevar una
falda que no cubra sus rodillas- asintió al instante y se subió aún más la
falda mientras todas las chicas empezaban a subírsela y Abigail miraba
sonriente lo que había causado.
-Ya sabes que me gustan menores de
veinticuatro- me susurró guiñándome un ojo y corrí los ojos para ver a la fila
de chicas que perderían su dignidad sólo para trabajar en esta empresa .
-Luego les entrevistamos- comuniqué y las
chicas asintieron ansiosas -Hora de la reunión- Abigail chocó sus puños
conmigo, subió aún más su sujetador, asintió y abrimos la puerta para entrar
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