-¿Cómo lo hará?- preguntó dubitativa Carla.
-Carla, tiene figura de diez, ojos bonitos,
pelo cuidado, cutis perfecto, dinero, una gran capacidad para los negocios, un
master en psicología y una bonita sonrisa, lo raro sería que no se llevase al
menos una por día- comenté subiendo los hombros y dejándolos caer. -¿Quieres
hacer que la pareja se estabilice?- me miró raro- Ya sabes, que si quieres
hacer que el marcador esté uno a uno- comenté. -Sólo éntrale al hombre, estará
más rápido aún que la chica en el baño dispuesto a que le hagas lo que quieras-
dije como si nada y ella se atragantó.
-No tengo seguridad para hacerlo- negó - Ni me
parece atractivo- negó de nuevo mientras el chico buscaba a su mujer con la
mirada y yo le hacía una seña con el
dedo índice para que se sentara a mi lado.
-Srta. Gapetti- dijo avergonzado.
-Veo que conoces mi nombre- asintió despacio-
Tu novia está con Abigail repasándole el pintalabios, saldrá en unos minutos-
le dije sin mirarle tomando mi café y dirigí la mirada hacia mi reloj. Veinte
minutos - Tres...-comenté
-Dos...-prosiguió Carla.
-Uno...- miré a la puerta de los baños
mientras Abigail salía con una impecable sonrisa y la chica con una mirada de
"¿Qué coño acabo de hacer?" - Será mejor que os marchéis, estoy
segura de que tu novia tiene prisa, ¿no es así?- la chica asintió rápido sin
decir palabra repetidas veces mientras su novio le pasaba el café para llevar,
Abigail se sentó en el sitio que estaba antes el chico, que ni me interesé por
saber su nombre y tocó el culo a la chica cuando se dio la vuelta para guiñarla
un ojo. Salió el inocente chico y la chica cabizbaja y sonrojada.
-No es por presumir pero...- dijo con una
sonrisa adoptando una postura relajada y mirándose las uñas.
-Eres
una perra salida- dije en voz baja mientras Carla se tapaba la boca con una mano
para evitar que saliese una risita.
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