-La mejor de toda New York- admitió poniéndose
en pie- Anda vamos a tu apartamento y me prestas un tanga nuevo porque esa
niñita me lo ha estropeado entero-rodé los ojos. Demasiada información.
Me puse en pie y me dirigí a la barra- ¿Nos
cobra?- pregunté sacando mi billetera. Asintió rápido .
-Son 3,65$- dijo sonrojada. Deje un billete de
diez- Perdone... se ha confundido- dijo trayendo el billete cuando iba a salir-
Ha dejado usted de más sin esperar el cambio.- Me lo enseñó en su mano.
-Nos atendió muy bien- sonreí dándole un
piropo - Siga así y tenga un buen día- salimos todas mientras la chica lo metía
en su bolsillo como propina y sonreía. -¿ A mi apartamento ?- pregunté y
asintieron. No quedaba lejos de aquí.
- A por bragas nuevas - repitió Abigail -Las
que no pudiste estropear con el raripene- soltó de nuevo una bomba y cogí aire.
-Estoy segura de que no te pidió nunca que usases bragas sexys ni nada de
lencería, seguro que tienes viejas y antiguas- volvió a reír- Creo que volviste
a ser virgen del nuevo.
Me subí la falda que de una manera u otra, me
había impuesto yo misma de llevarla a ser empresaria y le enseñé un pequeño
pedazo de mi tanga para que cerrase la boca de un golpe y cesasen sus risas-
¿Decías?- le pregunté alzando una ceja y alejándome de ella de forma decidida.
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