Negó -Nos ama a todos, ama a todo por así
decirlo.
Sonreí - Esa es Angie, Abi, Angie no quiere,
Angie ama, Angie ama la comida, ama el sabor, el color, el sol, la lluvia, el
mar, ama el agua, ama a Dios, ama a toda clase de ser vivo y es la misma
persona que le canta a las plantas y que se siente culpable todo el día cuando pisa
una hormiga sin querer, Angie ama bailar aunque no sepa, ama madrugar para
ayudar, ama cantar, ama ser voluntaria en albergues, ama regalar ropa, ama que
le escuchen, ama escucharnos, Abi ama con pasión todo Abigail, no le dejes
escapar porque entonces me enfadaré mucho - le amenacé con el dedo - Angie es
única, y te perdonaría cualquier clase de error, Angie te amará con todos tus
defectos, tu cara mañanera y tu humor por la noche, Angie lo hará, así que
debes elegir y sacrificar, o eliges dejarlo e ir a acostarte con la primera que
pase, o quedarte, sostenerte, empezar a mandarle indirectas y cuando llegue su
día confesarle todo, porque Angie ama con todo tu ser y lo hará de esa forma,
olvídate del sexo hasta el matrimonio si la quieres Abi, hazte la idea de ir a
misa cada semana, hazte la idea de tener que escuchar sus rezos y a tener que
bendecir la comida antes de cenar, hazte la idea de tener poco sexo y de lo más
normal. Hazte la idea de que es una persona que ama todo, y tiene que hacer de
todo, y al igual que amará el sexo, amará salir al campo a buscar flores, y se
pasará el mismo tiempo buscándolas que teniendo sexo, así que plantéate si le
quieres, si quieres eso, si quieres buscar flores lo mismo que quieres sexo.
Tragó saliva y asentí decidida - La quiero, la
amo, estoy dispuesta- dijo segura y sonreí. Después su cara se descompuso al
darse cuenta de lo que acababa de decir - Le escucho cada vez que me lee la
biblia, ¿eso es amor , no?
-Tendrás sexo las mismas veces y por el mismo
tiempo que ella te lea la biblia- dije acariciando a mi bola de pelo llamada
Taylor mientras ella paseaba nerviosa por mi habitación. Se mordió las uñas
pensativa- ¿Necesitas oír que te ama?- le pregunté con tranquilidad y asintió -
Es lo que has querido - le miré severamente y ella me miró extrañada.
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