-Nina, necesitas descansar, y él es el que
básicamente...te trajo hasta aquí, estás aquí por su culpa, al menos que te
deje recuperarte bien- dijo ahora ella enfadada.
-¡Es mi elección querer estar con él mientras
me recupero o no!- ataqué a mi mejor amiga que no tenía culpa nada.
Apretó los dientes y quedó un semblante
completamente enfadado. -¿Y qué querías que hiciese?, ¿Que le pusiese las
esposas de Sam a la barra de la cama para que no se fuese nunca?- me crucé de
brazos en señal de enojo - ¿Porque sabes quién fue la que se quedó
entreteniendo a Sam mientras él estaba ahí dentro?- se señaló a su pecho - ¡Yo!
, ¿Y sabes quién tuvo que acostarse con tu hermano mientras que mi mejor amiga
estaba encerrada en el hospital sin ganas alguna sólo para dejarle tiempo para
que estuviese con su ex novio, al que ama, le hace daño y se ha ido y ella le
sigue teniendo en un pedestal? ¡Yo!, ¿Sabes a quién casi le da un ataque al
corazón cuando vio aparecer a tu hermano por el pasillo y ver a Edgar por el
otro? ¡A mí! ¡Por mi mejor amiga!, ¡Por ti!, ¡La que casi se mata hace dos días
y de la que tengo que estar pendiente todo el santo día porque no se sabe
cuidar por sí sola! , ¡La que dice que es fuerte y aparenta serlo y sufre por
todo! ¡Por ti, Nina!
Afloje mi cara poco a poco y suspiré -Gracias
Carla...- Carla estaba tan enfadada que los orificios de la nariz se la
dilataban al respirar.
-Nina, toma- reposó una carta en mi pierna y
salió por la habitación. El primero en mirarla extrañado fue el gato, la
segunda yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario