- volvía a desvariar- ¿Tanto pido? Yo no
quiero a la persona perfecta, sólo la que sepa vivir mi locura y lo tome como
cordura pura, creo de verdad que esa persona no existe Ercole, y por eso que en
el fondo de mí me veo con muchos gatos soltera, tengo que comprar una silla de
esas mecedoras, ¡Ah! y una manta, ¡O puedo hacerme la manta si aprendo a hacer
punto!, ¡Le puedo hacer abrigos a mis gatos también...- colocó un dedo sobre
mis labios para que me callase y le miré confusa. Entendí por su mirada que me
había alejado del tema. Negué para volver a lo mío - Hmm... sólo quiero que
todo vuelva a ser como antes- dije - Sólo quiero amarle y que él me ame, ya no
querer, no quiero quererle, quiero amarle, y creo que nunca podré amar a nadie
nunca más- dije confiada con esa idea- Pero... ¿Qué quiere de mí? , ¿Qué quiere
para quererme?, ¿Qué quiero para quererle?, ¿Qué tenemos que querer para
querernos?, ¿él qué espera de mí? No entiendo qué espera o qué quiere de
mí...si le di todo lo que era, rompió todo lo que era, más bien, se llevó con
él todo rastro de mi persona, me moldeó como quiso y luego se fue,
simplemente...se marchó, tirándome a su paso, por supuesto- no se me olvidaba
esta parte - Lo que no entiende es que si él se rompe yo me rompo, pero en
cambio, él me rompe y se queda intacto, es confuso...es malo dar todo por
alguien que no mueve un dedo por ti, y ahora que me ha tirado, y me ha roto,
¿cómo puedo volver a querer si tengo miedo de caer?, ¿Entiendes que no sólo me
ha dejado, sino que también me ha dejado
sin opción a volver a querer?
-Nina... nunca llegará la persona indicada si
no dejas ir a la equivocada.
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