Listaa

martes, 3 de noviembre de 2015

Página 622.

-Y me quedaría, y nos quedaríamos- se incorporó conmigo a la vez y me limpié algo de nieve de las mejillas que había quedado después de estar tumbada por un largo tiempo - Pero temo por ti, tus labios han pasado de morados a azules, no creo que te esté circulando bien la sangre- dijo mirándome - Se están agrietando y tus heridas están abriéndose de nuevo- tocó mis mejillas que estaban cubiertas de rasguños.
-No se sentía tan frío- comenté.
-Cuando hablas de algo que de verdad quieres hablar, y te enfrascas tanto en esa conversación, todo lo demás pierde importancia para tu cerebro- comentó poniéndose en pie buscando con la mirada- ¿Y tus muletas?- se tocó la frente - No sé cuánto tiempo llevamos aquí, pero es el suficiente como para que hayan quedado enterradas por una fina capa de nieve.
Me arrastré recordando más o menos dónde estaba y tanteé con mis manos hasta encontrarlas. Él sonrió y me puso en pie ayudándome -¿Sabes?- dije intentando que mis músculos calentaran moviendo los brazos para que la sangre fluyese correctamente - Se siente más cálida la nieve que el agua. Ya sé- le corté - La nieve está más fría que el agua, pero cuando te tiras sobre ella no sientes tanto frío como cuando entras al agua de allá abajo- comenté señalando con la cabeza.
-Te doy la razón, misterios del universo- se encogió de hombros - Pero ahora, lo que de verdad me interesa, es que recuperemos la temperatura corporal, porque realmente pareces un peluche giré los ojos y bajó un poco más mi gorro
 - Gracias- dije sacándomelo de casi los ojos y dejándolo por encima de mis cejas, para verle sonreír.
-Me alegro que me hayas contado todo esto Nina- comentó de bajada.-
-Hmmm- dije concentrada en no caerme rodando por la pendiente, era lo que me faltaba ya. No sé para qué hable. Porque ese fue el empujón que necesitaba para caerme de culo y bajar algunos metros arrastrándome con él.

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