Él se quedó con la boca abierta- Nina...yo si
hubiese sabido...
-Tú me mandaste callar el día que repliqué en
el restaurante querido hermano - recordé, dándole conocimiento de mi memoria -
Y ahora no me sirve de nada echarte en cara lo que hiciste, lo que hicimos o
como salieron las cosas, porque están así y nosotros estamos aquí, y es porque
la vida, el karma, Alá, Dios, o quién esté por ahí arriba o por ahí abajo lo ha
querido. Tú y yo, Ercole, valoro lo que no debo de valorar y no valoro lo que
sí debería de valorar, y estoy valorando esto, ahora, así que no lo eches a
perder al igual que lo otro y simplemente déjalo estar.
Ercole me iba a contestar, pero la chica rara
desnuda del río se sentó sin ser invitada al lado en nuestra mesa, me giré a
mirarla con los labios apretados, había jodido una conversación bien profunda
que llevaba aguantándome por demasiado tiempo - ¡Hola!- dijo como si nada, rodé
los ojos y decidí no hacerle caso, tal vez así se fuera - Chica de las muletas,
¿ya viste la nieve?
-Sí- dije sin más.
- ¡Oh, yo estoy harta de verla siempre, es tan
aburrido! Lo que sería bonito de verdad sería poder ver el mar.
-De dónde venimos tenemos la playa a unos
cuantos pasos - contestó Ercole y yo le miré como si hubiese cometido un error.
-¿Cómo es?- dijo entusiasmada- O sea he visto
películas, y videos y fotos pero... ya sabes ¿qué se siente?, ¿a qué huele?
-Estoy seguro de que mi hermana puede
contestarte a eso mejor que yo, se pasa la vida allí dentro- me miró con
esperanzas.
Crucé los brazos siendo desagradable - Huele,
no sé a qué huele, a aire limpio, si tienes la nariz taponada se te pasan los
problemas con cuatro respiraciones, es limpio, y cuando te da en la cara
fresco, huele... pues... como si alguien estuviese soplando nubes, huele a
mar...- intenté explicarme - Y se siente bien, la arena es suave y fina, y
quema cuando da el sol por mucho tiempo de día, la gente suele correr hasta la
zona que está humera para poder descansar las plantas de sus pies, es marrón
clara y casi blanca cuanto más lejos esté y marrón oscura cuanto más cerca de
la orilla te encuentras, hay miles de conchas que se quedan en la orilla, y las
sientes con tus pies también - hice memoria - El agua suele estar frío, y lo
que más me gusta de él es que cada día cambia y es diferente, nunca pisarás la
misma arena, como cuando te metes en la piscina y pisas el suelo, al atardecer
el agua parece casi verde, y cuando cae el sol se convierte en naranja, si te
acercas a las piedras ves a un montón de animales chiquititos que no se acercan
a nadie pero se mantienen ahí por si alguien tira comida , si eres sensible la
sal te irritará la piel, de pequeña acababa con las mejillas rojas y las ingles
con rozaduras, pero es un precio adecuado pensando lo que el mar te da a cambio-
hice un ruido con mis dedos encima de la mesa- Cuando es de noche casi nadie se
mete en el agua, pero es cuando más cálida está, a mis amigas y a mí nos gusta
estar sobre esas horas, la espuma es blanca y se escapa de entre tus dedos, y
las olas si vienen con fuerza son como una atracción divertida- intenté que
entendiera- Aunque pongas el peso, y claves tus pies en la arena, te empujaran
hacia dentro para luego tirarte de una sacudida para fuera, y volver a coger
fuerza para la siguiente, si no sabes controlar hará lo que quiera contigo, y
yo no sé controlar- me callé. Suficiente.
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