-Cody, ella no es realmente consciente de lo
que está haciendo, tenemos que hacer que entre en razón y dar media vuelta, ni
si quiera puede andar plantando los dos pies, si algo pasa esta noche será
imposible de sobrellevar...
-Sí, claro que soy consciente- le paré - Es
más, creo que tengo más años que vosotros tres, ¡Creo que soy mucho más madura
que vosotros tres! , tenéis miedo de una tontería, de una gilipollez, de una insensatez,
de algo que no habéis visto, sólo os dejáis llevar, como la corriente del
precioso río que tenéis detrás y no sabéis disfrutar, ¿Alguna vez os habéis
preguntado por qué os han prohibido entrar a partir de que sea de noche? Porque
tal vez vuestra madre os lo dijo porque ahí dentro hay una fiesta de la hostia
y no quiere que vayáis, ¿sabéis? - alzaron las cejas y abrieron bien los ojos -
Mira, como queráis, yo sigo, allá vosotros, no voy a desaparecer, a lo mejor me
pierdo, pero estoy tratando de memorizar el camino de vuelta, ese es el único
factor x de la cuestión.
-Vale, tal vez no exista un gran monstruo que
te lleve a una cueva- cedió Cody - Pero perfectamente puedes quedarte atrapada
en un agujero, tocar una planta que no debas, creas o no nosotros conocemos
esto mejor que tú porque llevamos nuestra vida aquí, y ahí dentro está lleno
no, plagado de una flor llamada belladona, ¿sabes qué pasaría se te la acercas
a la cara para olerla, ah? Que estarías drogada por dos horas, ¿sabes qué
harías después? Lo que hacen todos, frotarse los ojos para salir un poco de ese
embobamiento, pues al hacerlo, al llevarte las manos a los ojos estarías diez
días sin poder ver, ¡Diez días! , Dime, ¿Sabrías volver o recordar el camino
ciega? ¡Nos necesitas!
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