-¿Cómo llamar la atención?- preguntó Lucy
-Canta, baila, hazle marionetas, lo que coño
te dé la gana pero tu tarea es que no desvíe la mirada hacia la otra ventana,
en la que Coda estará listo para disparar el dardo tranquilizante.
Cogí aire- Está bien - mostré un punto de
valentía.
-Muy bien -asintió una vez decidido Cody y
cogió mi mano entre dos de sus manos - Al menos chicos hemos descubierto por
qué la gente desaparecía al entrar al bosque de noche.
-Descubrirlo para acabar muertos no sirve de
nada- esa fue Lucy, creo que, entrando en un estado de pánico.
-Los mejores secretos se llevan a la tumba-
bromeó Cora y se arrastró hasta el baúl para enseñarnos una especie de rifle
plateado y levantar el pulgar en señal de preparado.
-Vamos Lu- tiré de su mano y nos arrastramos
hasta llegar a la pared para descansar nuestras espaldas allí.
Mirados a Cody y Cora justo al otro extremo
que nos animaban a empezar.
Corrí la manta que hacía de cortina captando
su atención de inmediato. Asomé despacio mi cabeza para verle con las dos manos
apuntando justo hacia este lugar, tenía un ojo cerrado y estaba centrado en un
objetivo, mi cabeza.
Me agaché rápido y sonó el estrepitoso ruido
justo para luego dejar paso a un cartucho que aterrizó al otro extremo de la
cabaña. -Uno- comenté tocando mi pecho para comprobar si en verdad nadie me
había dado.
-Está bien- dijo Lucy sacando la mano y
agitándola mientras miraba por el espacio que dejaba una tabla con otra al
hombre.
La bajó y el depravado volvió a disparar y
fallar.
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